jueves, 29 de enero de 2015

Oración Misionera



Características de la Oración Misionera

“Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba, como desde dentro de la alegría”
(Santa Teresita del Niño Jesús)



Los rasgos característicos de la oración misionera son los siguientes:



o Es Trinitaria: La oración del misionero se dirige a la Trinidad. Si bien se realiza siempre “en el nombre de Jesús”, y puede hacerlo acudiendo a la intercesión de grandes santos misioneros (San Francisco Javier, Santa Teresita del Niño Jesús, etc.), se dirige principalmente al Padre, fuente y origen de la misión de la Iglesia, a Jesucristo, de cuya misión somos continuadores, y al Espíritu Santo, protagonista de la misión.



o Es bendición, adoración y alabanza: A través de su oración totalmente desinteresada, el misionero le da a Gloria a Dios no sólo por lo que ha hecho, sino por lo que El es, reconociéndolo como único Dios y Señor, poniéndose dócilmente a su disposición y bendiciendo su Nombre.



o Es acción de gracias: En su oración, el misionero no se cansa de dar gracias a Dios por la vida recibida, por la vida de hijos de Dios, por la Iglesia y la dicha de pertenecer a ella, por la obra misionera, por la vocación misionera encomendada, por tantos hombres y mujeres que entregan su vida a la proclamación del Evangelio, especialmente por aquellos que lo hacen en tierras lejanas, y por todos los dones y carismas recibidos.



o Es petición e intercesión: A través de la oración, el misionero muestra conciencia de su relación con Dios, y como criatura que se sabe dependiente de El, pide a Dios por sus necesidades y por las del mundo entero. Pide por todos aquellos que aún no conocen a Jesucristo, para que lleguen a conocerlo. Pide por la Iglesia y por su dilatación hasta los confines de la tierra. Pide por los que, de una manera o de otra, trabajan predicando el Evangelio, para que se mantengan fieles a su vocación misionera. Pide para que surjan nuevas vocaciones misioneras así la obra misionera pueda verse enriquecida con nuevos evangelizadores. El Padrenuestro es modelo de oración de petición.



o Es Universal: El misionero es el “hermano universal” que presenta a Dios su oración por los hombres y mujeres de los cinco continentes que no conocen a Dios, por su conversión, por los misioneros que trabajan activamente en todo el mundo y por aquellos a quien Dios está llamando a ser misioneros. El Rosario Misionero es un claro ejemplo de oración universal. Las intenciones misionales que el Papa propone para cada mes, ayudan también a esta dimensión universal de la oración misionera.



o Es eclesial: A través de la oración, el misionero se une a toda la Iglesia que ora. El misionero no ora aislado del mundo, sino que lo hace en comunión con la Iglesia. Es por ello que no dice “Padre mío”, sino “Padre Nuestro...”



o Está centrada en la Palabra de Dios: Es muy importante que el misionero adquiera el hábito de leer la Palabra de Dios contenida en la Biblia, puesto que a través de ella, es como Dios le hablará y le manifestará su voluntad.



o Es confiada y esperanzada: El misionero sabe que su oración es escuchada y será atendida, y por ello es vivida con una actitud de esperanza y confianza filial.
"La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rueguen, pues,
al dueño de la mies que envíe obreros a su mies" (Mt. 9, 37-38)

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