miércoles, 3 de julio de 2019

El Movimiento Sacerdotal Mariano, según el Padre Gobbi

Naturalmente siempre surge una pregunta: ¿Qué significa el movimiento sacerdotal mariano en la iglesia hoy? Entre muchas asociaciones que operan a todos los niveles ¿Cuál es su función en la vida de la iglesia?

A esta pregunta me parece que tengo que dar esta simple respuesta:  El MSM es una ayuda que la Madre Celestial ofrece hoy a la iglesia, para que sienta su presencia materna, sea consolada en sus grandes sufrimientos y siempre se sienta rodeada del amor y la oración de sus hijos.
Con el MSM Nuestra Señora quiere ofrecer a la iglesia una ayuda válida para superar la dolorosa crisis de purificación que está experimentando en estos tiempos.
Debido a esta crisis, vemos que las órdenes y congregaciones religiosas, una vez florecientes, están atravesando momentos de dificultades particulares.

Con esta Obra suya, Nuestra Señora desea ayudar a todos a superar los momentos actuales de sufrimiento, por lo tanto invita primeramente a los Sacerdotes y después a los religiosos y fieles a consagrarse a su Corazón Inmaculado y a una mayor fidelidad al Papa y a la iglesia.

La razón por la cual el Movimiento no tiene existencia jurídica es porque esto facilita que esta ayuda de la Virgen sea acogida  más fácilmente por todos.
Esta es también la debilidad del MSM, no tiene personalidad jurídica, es incapaz de pedir esta aprobación que podría facilitar su camino dentro de la iglesia.
Pero esta es también su fortaleza, porque al no imponer ningún vinculo asociativo, facilita que tantos los sacerdotes y religiosos se adhieran a el libremente.

Si comparamos la iglesia con un gran árbol, yo diría que el propósito del MSM no es agregar otra rama a las muchas que ya existen, sino introducir una fuerza, secreta, que partiendo del Inmaculado Corazón de María, se extiende a todas las ramas de la iglesia ayudándoles a desarrollarse a cada de acuerdo a su propia función y fisonomía particular y comunicando su carisma propia con mayor vigor y belleza para todos.

Si luego queremos saber cuál es la cualidad mas sorpréndete del Movimiento Sacerdotal Mariano, me parece que debo afirmar que es su pobreza esencial. El movimiento es tan pobre que no siquiera tiene existencia oficial y como no existe, es natural que no se pueda catalogar de ninguna manera.

A veces sonriendo decimos entre nosotros: ahora somos más de cien mil sacerdotes y decenas de millones de fieles que pertenecemos al movimiento sacerdotal mariano, pero en ninguna parte esta la prueba de de que existimos. El Movimiento es tan pobre, que ni siquiera puede poseer sus propios medios y no tiene la posibilidad de aceptar legados o bienes. Vive de las únicas ofrendas que la providencia nos envía para compensar los enormes costos de la imprimir y distribuir libros.
Sin embargo en este caso, cada centro nacional se regula de manera autónoma según los medios que la divina providencia pone a su disposición.

El movimiento es pobre en apoyo humano, incluso aquellos que podrían proporcionar alegría y comodidad, en medio de las inevitables dificultades encontradas. Tales podrían ser las recomendaciones particulares de los superiores, los elogios y el aliento de las autoridades eclesiásticas y varios otros certificados de mérito.

El apoyo seguro que la Virgen quiere darnos es  su Inmaculado Corazón  y la única carta de recomendación, es la que se encuentra escrita en la vida de cada sacerdote, que se consagra a ella, para alcanzar la santidad.

Esta pobreza radical del Movimiento Sacerdotal Mariano, debe ser amada, bendecida y vivida por cada uno de nosotros. Porque es la misma pobreza de María, que se refleja en su obra.
Es la pobreza de la reina del cielo, que se esconde bajo el disfraz  de simple ama de casa.  Es la pobreza de nuestra Madre inmaculada, llena de gracia, que se revela en su modo de vida tan simple y normal, en el servicio perfecto de su esposo José y su divino Hijo Jesús.

La Pobreza de María debe reflejarse en su obra, porque incluso el Movimiento Sacerdotal Mariano debe existir, difundirse y funcionar solo en el servicio y como un servicio perfecto de amor a la iglesia. Por esto el Movimiento ni siquiera debe tener su propia existencia: puede vivir solo la vida de la Iglesia y en el servicio a la iglesia.

De esta Manera se puede ayudar verdaderamente a la iglesia a llevar su gran cruz, en estos momentos sangrientos de su purificación y por la luz que el corazón inmaculado de María le otorga a través de muchos hijos predilectos, que la sostienen para llevarla a su mayor esplender.

“Así a través de ustedes que han respondido, mi luz se difunde cada vez mas en la iglesia y la iglesia recupera vigor y confianza, fuerza y nuevo ímpetu para la evangelización y salvación de todos los pueblos de la tierra”  (14 de noviembre de 1980)

Don Stefano Gobbi.