miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mes de Maria ... (Misión por Maria con Pedro a Jesús)

Santa María, Madre de Dios, 
tú has dado al mundo la verdadera luz, 
Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios. 
Te has entregado por completo 
a la llamada de Dios 
y te has convertido así 
en fuente de la bondad que mana de Él. 
Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él. 
Enséñanos a conocerlo y amarlo, 
para que también nosotros 
podamos llegar a ser capaces 
de un verdadero amor 
y ser fuentes de agua viva
en medio de un mundo sediento
                                                          Santidad Benedicto XVI, en Deus caritas

Somos la Familia Misionera Totus Tuus. Estamos en plena comunión con el Papa Francisco y con nuestro Obispo.
Nuestro objetivo es dar testimonio del gran Amor de Dios.

Hemos peregrinado a numerosos santuarios católicos de nuestro país para participar de diferentes eventos religiosos (Luján, Itati, Del Valle, Lourdes). También participamos en Brasil en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro y tuvimos la oportunidad de visitar el célebre santuario de Nuestra Señora Aparecida.
Nos desplazamos en una casilla rodante con imágenes religiosas que son signo de nuestro gran amor a la Iglesia de Dios, Una, Santa, Católica y Apostólica.
Nuestra intención es, a partir de este mes de María, redescubrir el valor de las grutas religiosas y ermitas que se encuentran en lugares públicos y en casas de familia.
Queremos reunirnos a orar, bajo la guía de María en cada uno de esos lugares sagrados y dar testimonio de lo que Jesús obra cada día en nuestras vidas.
Para poder seguir adelante en este camino de fe, pedimos la oración todos nuestros hermanos en Cristo.
Estamos dispuestos a acudir  a fiestas patronales y eventos de parroquias, escuelas y otras instituciones., para compartir con todos los hermanos la hermosa experiencia de sentirnos amados por Dios.

En esta iniciativa  imploramos la protección de la Sagrada Familia de Nazaret  y la intercesión de los Santos Patronos de las misiones, Teresita del Niño Jesús y Francisco Javier.




Este sábado 09/11 estaremos en barrio Jorge Newbery, en la plaza central del mismo. (omnibus A10 y R2 te dejan en la misma plaza), y allí nos espera la
Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, a partir de las 18 hs.Se rezara el Santo Rosario, luego darán su testimonio, y a las 20 hs participaremos de la Misa que se celebra a unas cuadras del lugar. Esperamos contar con tu presencia, ver imagen abajo de la ermita.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Una nueva Mision en el mes de María....

Recorrimos entre el 2012 y el 2013 algunos de los Santuarios de Argentina dando testimonio como familia. también llegamos al Santuario de AparecidaS en Brasil y la JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, con nuestra casilla rodante y nuestros pequeños hijos sentimos el fuego de ser verdaderamente misioneros y que por la gracia de DIOS vamos a ir contracorriente...

Es por eso que en Noviembre mes de MARIA... ALGO GRANDE VENDRA !
SANTO ROSARIO, TESTIMONIO Y ESPERANZA, MUY CERCA, MUY CERCA DE VOS...




2013-10-29 Radio Vaticana

(RV).- (Con audio y video) La esperanza no es optimismo, sino “una ardiente expectativa” hacia la revelación del Hijo de Dios. Lo dijo el Papa Francisco en la Misa del martes en la Casa de Santa Marta. El Santo Padre recalcó que los cristianos deben cuidarse de clericalismos y de actitudes cómodas, ya que la esperanza cristiana es dinámica y da la vida.
¿Qué cosa es la esperanza para un cristiano? El Obispo de Roma se inspiró en las palabras de San Pablo, en la Primera Lectura, para resaltar la dimensión única de la esperanza cristiana. No se trata de optimismo, advirtió el Pontífice, sino de “una ardiente expectativa” dirigida hacia la revelación del Hijo de Dios. La creación continuó diciendo el Papa, fue “sujetada a la caducidad” y el cristiano vive la tensión entre la esperanza y la esclavitud. “La esperanza -agregó Francisco haciéndose eco de las palabras de San Pablo- no decepciona, es segura”. Sin embargo, reconoció “no es fácil entender la esperanza”. A veces, puntualizó el Santo Padre, “pensamos que ser personas de esperanza signifique ser personas optimistas”. Pero no es así :
“La esperanza no es el optimismo, no es aquella capacidad de ver las cosas con buen ánimo y seguir adelante. No, eso es optimismo, no es esperanza. Ni la esperanza es una actitud positiva frente a las cosas. Esa gente brillante, positiva... Esto es bueno, ¡eh! pero hay esperanza. No es fácil entender bien lo que es la esperanza. Se dice que es la más humilde de las tres virtudes, porque está oculta en la vida. La fe se ve, se siente, se sabe lo que es. La caridad se hace, se sabe lo que es. Pero, ¿qué es la esperanza? ¿Qué es esa actitud de la esperanza? Para acercarnos un poco, podemos decir primero que la esperanza es un riesgo, es una virtud arriesgada, es una virtud, como dice San Pablo ‘de una ardiente expectativa hacia la revelación del Hijo de Dios’. No es una ilusión”.
Tener esperanza, añadió el Pontífice, es justamente esto: “Estar en tensión hacia esta revelación, hacia esta alegría que llenará nuestra boca de sonrisas”. San Pablo, anotó luego el Papa- hace hincapié en que la esperanza no es el optimismo, “es mucho más”. Es “otra cosa diferente”. Y los primeros cristianos, recordó, “la representaban como un ancla: la esperanza era un ancla, anclada en la orilla” del más allá. Y nuestra vida es justamente caminar hacia esa ancla:
“Se me ocurre la pregunta, ¿dónde estamos anclamos nosotros, cada uno de nosotros? Estamos anclados allá en la orilla de aquel océano tan alejado o estamos anclados en una laguna artificial que hemos hecho nosotros, con nuestras normas, nuestros comportamientos, nuestros horarios, nuestros clericalismos, nuestras actitudes eclesiásticas… no eclesiales, ¿eh? ¿Estamos anclamos allí? Todos confortables y seguros, ¿eh? Aquella no es esperanza ¿Dónde está anclado mi corazón, allí en esta laguna artificial, con un comportamiento impecable de verdad ...”
San Pablo, agregó el Papa, indica otro ícono de la esperanza, aquel del parto. “Estamos a la espera - observó - esto es un parto. Y la esperanza se encuentra en esta dinámica”, de “dar vida”. Sin embargo, precisó Francisco, “la primicia del Espíritu no se puede ver”. No obstante sé que “el Espíritu obra”. Obra en nosotros “como si fuese un pequeño grano de mostaza, pero lleno de vida dentro, de fuerza, que va adelante” hasta convertirse en árbol. El Espíritu obra como la levadura. Así, resaltó el Santo Padre, “el espíritu trabaja: no se ve, pero existe. Es una gracia que hay que pedir”:
“Una cosa es vivir en la esperanza, porque en la esperanza estamos salvados y otra cosa es vivir como buenos cristianos, nada más. Vivir a la espera de la revelación, o vivir bien con los mandamientos; estar anclados en la orilla del más allá, o aparcados en la laguna artificial. Pienso en María, una muchacha joven, cuando, después de haber oído que era mamá ha cambiado su actitud y va, ayuda y canta ese cántico de alabanza. Cuando una mujer se queda embarazada es mujer, pero no es solo mujer: es madre. Y la esperanza tiene algo de esto. Nos cambia la actitud: somos nosotros, pero no somos nosotros; somos nosotros, buscando allí, anclados allí.”

Dia de TODOS LOS SANTOS. ¿qué nos dicen los Santos, hoy?


En una soleada Plaza de San Pedro y ante miles de fieles y peregrinos el Papa Francisco, antes de rezar el ángelus en la fiesta de Todos los Santos, afirmó que “la meta de nuestra existencia no es la muerte, sino el Paraíso. Y recordó que los Santos son los amigos de Dios, que han transcurrido su existencia terrena en comunión profunda con Dios, hasta el punto de llegar a ser semejantes a Él, porque han visto en el rostro de los hermanos más pequeños y despreciados el rostro de Dios, y ahora lo contemplan cara a cara en su belleza gloriosa.
El Santo Padre también afirmó que los Santos “no son superhombres, ni han nacido perfectos”. Sino que son personas que antes de alcanzar la gloria del cielo han vivido una vida normal, con alegrías y dolores, fatigas y esperanzas. Son hombres y mujeres que tienen la alegría en el corazón y la transmiten a los demás.
Francisco no olvidó destacar que ser santos “no es un privilegio de pocos, sino que es una vocación para todos”. De modo que todos estamos llamados a caminar por la vía de la santidad, que tiene un nombre y un rostro: Jesucristo.
Además, el Obispo de Roma preguntó ¿qué nos dicen los Santos, hoy? Y respondió afirmando que nos dicen que debemos confiar en el Señor, ¡porque Él no decepciona! A la vez que con su testimonio nos animan a “no tener miedo de ir contracorriente o de ser incomprendidos y escarnecidos cuando hablamos de Él y del Evangelio”.
Antes de rezar a la intercesión de María, Reina de todos los Santos, el Pontífice dijo que nuestra oración de alabanza a Dios y de veneración de los espíritus bienaventurados se une a la oración de sufragio por cuantos nos han precedido en el pasaje de este mundo a la vida eterna.