miércoles, 27 de febrero de 2013

Soy Católico ?


Enseñemos a niños y adolescentes a amar a la Iglesia
Catequesis para toda la familiaEs realmente una ocasión muy oportuna la que vivimos ahora para mostrar la identidad, humanidad y misión divina de la Iglesia católica a nuestros hijos, alumnos y catecúmenos.


Sobre todo en los más mayores, habría que tener en cuenta hasta qué punto el ambiente que les rodea, y las informaciones que les llegan, han podido empañar o no la imagen que de la Iglesia puedan tener. Muchas veces han sido noticias sesgadas o manipuladas, pero también en ocasiones los adultos hemos sido causantes, cómplices mediante el silencio o la no intervención serena y clara, que determinados prejuicios se hayan cultivado y crecido en ellos a peor.
Cuando esos niños y adolescentes nacen, crecen y maduran en familias y comunidades donde el amor a la Iglesia es el pan nuestro de cada día todo se vuelve más sencillo, e incluso los supuestos escándalos se viven con dolor pero también con la esperanza de la conversión. Pero en el caso que haya una distancia afectiva y efectiva, como la de aquellos que dicen creer pero no practicar, por mil y una excusas, todo descrédito o toda crítica cae en suelo abonado. Da igual que sea un escándalo sexual o la renuncia de un Papa cansado o debilitado.
¿Se puede entender que alguien diga que es forofo, por ejemplo, de un equipo de fútbol, y sólo comparta las victorias como propias, haciendo responsable de las derrotas a la plantilla? Nos encanta ganar pero tenemos que aprender a perder. No se puede estar en el equipo sólo cuando las cosas van bien. Al morir Jesús algunos dejaron de creer y ser de su comunidad. No confiaron en verle entre los que le amaban ni en la resurrección. Pero Jesús está entre nosotros y volverá.
La Iglesia y la realidad entera, está en las manos de Dios. Somos humanos y por tanto pecadores. Nos duelen más las faltas de los de nuestra casa, de los más cercanos que de los que no conocemos. Pero no las vamos pregonando, aunque seamos los primeros interesados en que nos vaya mucho mejor de los que nos va. Que seamos mejores, que nos queramos más, que no discutamos tanto, que la convivencia sea para todos motivo de descanso y de paz.
Ya sabemos que no estamos aquí en el paraíso, pero podemos vivir mejor entre nosotros y con los demás, en nuestra familia, en nuestra comunidad escolar y parroquial. ¿Qué hacemos en esos ámbitos por la Iglesia? Concretamente, por ejemplo: ¿por qué en los centros educativos católicos no se vive y se estimula más la fe, el amor y el compromiso con la Iglesia católica? Y en los demás lugares, centros públicos y familias, incluso a nivel individual, cuando se ataca más o menos directamente a la Iglesia, ¿cuál es nuestra reacción o respuesta?
Pienso que la cuestión clave es la conciencia de pertenencia a la Iglesia. No se puede decir creo en Dios o en Jesucristo y no en la Iglesia. Fundador y fundación no sólo no son incompatibles, sino que para encontrarle a Él hay que estar en ella, con sus consecuencias. Creer y no practicar es un creer vano, desengañémonos. Ni siquiera es un creer vago, realmente es no creer. No se puede ser médico y no ejercer cuando hace falta. Identificar creer con opinar, aceptar una serie de normas vacías, ni me puede valer, ni interpela nada ni tiene el poder de mejorar mi vida.
Si para mí y para ti creer es el sentido de nuestro actuar cristiano, y así confesamos la importancia que tiene lo que Él nos ha dicho, lo que vivo en Su Rostro, la Iglesia, todo cambia. Porque, ¿nos gustaría que atacaran a nuestra madre, padre o cualquier familiar? Si es la Iglesia de verdad nuestra familia, ¿seguiremos consintiendo que la ataquen o la defenderemos con todo el amor, paciencia y medios que podamos? De nosotros depende que sea respetada y amada.
http://www.zenit.org/es/articles/ensenemos-a-ninos-y-adolescentes-a-amar-a-la-iglesia?utm_campaign=diariohtml&utm_medium=email&utm_source=dispatch

 
No cabe duda que este es un llamado a todos los católicos y a cada familia, por ello no podemos decir que es imposible en estos tiempos, nuestro testimonio siente que es el reflejo pequeño y humilde de ello, nuestra misión es dar a conocer que Dios es y debe ser lo primero en nuestras vidas y no a quien utilizamos debido a la conveniencia personal de cada uno y en determinados momentos de nuestras vidas. Que Dios todopoderoso los Bendiga y María estrella de la Nueva Evangelización los guíe en este tiempo especial.

lunes, 25 de febrero de 2013

El santo abandono a la Divina Providencia



La acción divina está presente siempre y en todas partes, aunque no sea visible sino a los ojos de la fe.


Todas las creaturas están vivas en las manos de Dios; los sentidos solo perciben la acción de la criatura, pero la fe ve en todo la acción divina. La fe cree que Jesucristo vive en todo y obra todo a lo largo de los siglos, y que el más breve momento y el más pequeño átomo encierran una porción de esta vida escondida y de esta acción misteriosa. La acción de las creaturas es un velo que cubre los profundos misterios de la acción divina. Jesucristo, después de su resurrección, sorprendía a sus discípulos en sus apariciones: se presentaba ante ellos bajo aspectos que lo ocultaban, y apenas se daba a conocer desaparecía. Este mismo Jesús, que sigue estando vivo y sigue obrando, sorprende también hoy a las almas que no tienen una fe suficientemente perspicaz.


No hay momento alguno en que Dios no se presente, bajo la apariencia de alguna obligación o de algún deber. Todo lo que se hace en nosotros, a nuestro alrededor y por medio de nosotros, encierra y recubre su acción divina, que está ahí muy real y muy ciertamente presente, pero con una presencia invisible, lo que hace que siempre nos sorprenda y que sólo conozcamos su operación cuando ya ha pasado. Si horadásemos el velo, y estuviésemos vigilantes y atentos, Dios se nos revelaría sin cesar; y nos gozaríamos con su acción en todo lo que nos ocurre: ante cada cosa diríamos: Dominus est, ¡es el Señor!, y en toda circunstancia encontraríamos que recibimos un don de Dios; consideraríamos a las creaturas como muy débiles instrumentos entre las manos de un operario omnipotente, y reconoceríamos sin dificultad que nada nos falta, y que el cuidado continuo que Dios tiene de nosotros lo lleva a proporcionarnos, en cada instante, lo que nos conviene. Si tuviéramos fe, estaríamos bien dispuestos hacia todas las creaturas; las acariciaríamos y les agradeceríamos interiormente por todo lo que ellas nos sirven y se tornan tan favorables a nuestra perfección, aplicadas por la mano de Dios.



Padre J.P. de Caussade SI
Tratado del Santo abandono a la Divina providencia


Este fin de semana aprendimos a confiar mas en este abandono, hoy al leer el "Tratado del Santo abandono a la Divina providencia" no dudamos en subirlo y compartirlo, confiamos que es una ayuda a nuestra misión y abandono, damos gracias a todos lo que nos acompañan a los que se suman día a día a vivir este camino como cristianos, juntos a través de la oración seguiremos en este camino de fe siendo testimonios vivos...
" Lo que la IGLESIA es en lo grande, es la familia en lo pequeño: una imagen del amor de dios en la comunión de las personas. Todo matrimonio se perfecciona en la apertura a otros, a los niños que son don de Dios, en la acogida mutua, en la hospitalidad, en la disponibilidad para otros. [1655-1657]"
No tengamos miedo de decirlo gritando a los cuatro vientos ...Dominus est, ¡es el Señor!

Gracias Juan y María por este fin de semana compartido como verdaderos cristianos, gracias Padre Carlos por irradiar tanta luz, confiamos que ha sido el Divino Niño quien nos guió hasta usted y nuestra Madre María Estrella de la Nueva Evangelización resplandezca los sacramentos que hemos tomado, seguiremos unidos en oración, que pronto podamos compartir vivamente esta divina providencia.

viernes, 22 de febrero de 2013

martes, 19 de febrero de 2013

QUIÉNES SOMOS



Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Mt.28, 19.


Estas palabras del Señor Jesús, antes de ascender a los cielos, son como un testamento espiritual que los cristianos debemos acoger como precioso legado y como ineludible exhortación.

Al ser bautizados, como nos enseña la Santa Madre Iglesia, fuimos constituidos sacerdotes, profetas y reyes.
Es lo que nos debe impulsar a llevar la Buena Nueva del Evangelio  desde el seno de esta Iglesia que nos ha engendrado como hijos de Dios hasta los confines de la Tierra.


Es por esto que como laico, felizmente casado, y padre de seis niños,  con mi esposa hemos querido asumir, el compromiso de todo discípulo de Jesús, y dedicar nuestra vida a la evangelización, conscientes de que el tesoro más precioso del Eterno Padre, son los hombres y mujeres que Le costaron la Sangre de su Divino Hijo.


2019 AL 2021 JUNTO A MATER FATIMA



Confiamos en la gracia del sacramento del matrimonio, que nos hace testigos privilegiados del amor de Dios y de la mística unión entre Cristo y su Iglesia.


 Sabemos que sólo en Jesucristo, el Verbo encarnado por amor, se encuentra la verdadera felicidad y la salvación de todo mal que padezca la humanidad, el peor de los cuales es el desconocimiento de Dios.

Confiamos plenamente en la materna y constante protección de la Celestial Madre de Dios, que a lo largo y ancho del Planeta sigue aún hoy dando muestras de su amor materno.


Confiamos también en la gloriosa intercesión de los Santos y beatos, corte gloriosa del Rey eterno.

Creemos firmemente en la Santísima Eucaristía, y en la Misa, el Sacrificio Pascual de Cristo, actualizado de modo incruento. Éste es nuestro Alimento para evangelizarnos y para evangelizar.



Creemos, en fin, en todo aquello que nos enseña la Santa Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Por eso nos sometemos filialmente a la divina Autoridad del Santísimo Padre Francisco, y a la de aquel que sea su legítimo Sucesor en la Sede de Pedro, como así también a la de los obispos y sacerdotes que estén en plena comunión con el Papa.

Nuestro objetivo es dar testimonio entre los sacerdotes y los fieles, particularmente de los Cenáculos familiares y de peregrinar por los santuarios marianos del país y por otros lugares sagrados de culto católico apostólico romano,  para las fiestas patronales, eventos y celebraciones religiosas a nivel de la Iglesia universal o diocesana. Somos conscientes de la importancia de la liturgia que las debe regular y de la piedad popular que las enriquece y las convierte en herencia preclara de quienes nos precedieron en la fe.


Contamos con una casilla rodante en cuyos laterales hay imágenes de diversas advocaciones marianas del mundo, con la inscripción: “Distintos rostros, una misma Madre”. En la parte trasera se ven las fotos gigantes del Beato Juan Pablo II del Papa emerito Benedicto XVI y el Santo Padre Francisco

Queremos, con el permiso de aquellos a quienes competa darlo, difundir material que contribuya a formar en la fe al Pueblo de Dios , (siempre con la previa supervisación y aval de la autoridad eclesiástica correspondiente).


A este respecto, nuestra  principal meta es hacer tomar conciencia de la importancia de la Santa Misa y de la consagración a Jesucristo por medio de la dulce Virgen María.La Virgen Santísima pide que hagamos cenáculos, ya que, a través del acto de consagración que hacemos al final, entramos en su Corazón Inmaculado, para prepararnos allí a recibir el Espíritu de Amor, el Espíritu Santo.



Que el Dios de la Esperanza, que ha querido revelarnos su Rostro en Jesucristo, reavive en nosotros el ardor misionero de los orígenes.

Pueden contactarnos al +5493516287213 wsp


sábado, 16 de febrero de 2013

Credo Niceno- Constantinopolitano en el Año de la FE

El que dice "si" a Dios debe sabera qué se compromete.Por eso es importante que cada cristiano se esfuerce en conocer y comprendrer este texto basico de la fe. Ha de saber también lo que significa "creer". 

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
 
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Con agrado fuimos recibidos por estas hermanas a compartir una charla profundizando sobre este credo que en el año de la fe es rezado en nuestras iglesias, no vamos a dejar pasar la oportunidad para que conozcan tan bella misión que Dios les ha encomendado.
Convento "Divino Amor"Sgto. E. Romero 5817
Barrio Jorge Newbery
5019 Córdoba - ARGENTINA
Tel.: (0351) 492 1838
 

jueves, 14 de febrero de 2013

SAN VALENTIN : Rogando al excelso presbítero mártir que alcance del Señor, a la juventud cristiana que al matrimonio camina, el don del puro amor, santificador de la vida familiar.

Valentín, Santo
Presbítero y Mártir, 14 de febrero
Valentín, Santo
Valentín, Santo

Patrono de los Enamorados

Mártir en Roma a finales del siglo III. Entre el pueblo, el día de San Valentín está considerado como «día de la suerte», sobre todo en Alemania; y en Francia, Bélgica, Inglaterra y especialmente América, como «día de los enamorados», en que éstos se hacen promesas, felicitaciones y regalos. Esta costumbre y aquella supersticiosa idea, obedecen a diversos orígenes folklóricos y también al prestigio popular del Santo como milagrero. — Fiesta: 14 de febrero.

El árbol maravilloso del Cristianismo necesita siempre del riego fertilizante de la sangre de los mártires. Árbol que brotó de las ondas de un manantial divino en la cima del Calvario, sus primeros brotes adquirieron vigor y frescura en las rojas oleadas que alzaron las persecuciones de los primeros siglos de la Iglesia.

En sus tiempos primitivos, como en el siglo XX, en que vivimos, el cristianismo sigue vigorizándose con la sangre de sus héroes. Nunca han faltado ni jamás faltarán en la Iglesia de Cristo estos testigos de fe, que llegan hasta la generosa entrega de la vida.

La mayor parte de noticias que de San Valentín romano han llegado hasta nosotros proceden de unas actas apócrifas; por esta causa se hace difícil conocer con exactitud su vida e incluso distinguir entre los hechos que realmente le pertenecen y los de las vidas de otros varios santos que llevan su mismo nombre y que la iglesia desde muchos siglos venera también como mártires. Reseñaremos los que se le atribuyen unánimemente.

Con todo, lo importante en la historia de San Valentín, como en la vida de cuantos cristianos han sido elevados por la Iglesia al honor de los altares, es que seamos capaces de captar la lección que nos traen y que es, en definitiva, el fin principal que la ha movido a darles culto.

San Valentín es para nosotros una ciertísima lección de vida cristiana, llevada hasta el heroísmo, hasta la más plena identificación con Cristo: el martirio.

Situémonos a finales del siglo III. Es la era de los mártires. Por todo el Imperio romano corre el huracán de la persecución.

Valentín, presbítero romano, residía en la capital del Imperio, reinando Claudio II. Su virtud y sabiduría le habían granjeado la veneración de los cristianos y de los mismos paganos. Por su gran caridad se había hecho merecedor del nombre de padre de los pobres.

No podía ser desconocida de la corte imperial la influencia que ejercía en todos los ambientes romanos, y quiso el mismo emperador conocerlo personalmente. Valentín, en aquella entrevista, no dejaría de interceder en favor de su fe católica y contra el estado de persecución en que a menudo se encontraba sumida la Iglesia.

El soberano, que estaba interesado en granjearse la amistad y la colaboración del inteligente sacerdote cristiano, escuchó con agrado sus razones. Por eso intentó disuadirle del que él creía exagerado fanatismo; a lo que replicó Valentín evangélicamente: «Si conocierais, señor, el don de Dios, y quién es Aquel a quien yo adoro, os tendríais por feliz en reconocer a tan soberano dueño, y abjurando del culto de los falsos dioses adoraríais conmigo al solo Dios verdadero».

Asistieron a la entrevista, un letrado del emperador y Calfurnio, prefecto de la ciudad, quienes protestaron enérgicamente de las atrevidas palabras dirigidas contra los dioses romanos, calificándolas de blasfemas. Temeroso Claudio II de que el prefecto levantara al pueblo y se produjeran tumultos, ordenó que Valentín fuese juzgado con arreglo a las leyes.

Interrogado por Asterio, teniente del prefecto, Valentín continuó haciendo profesión de su fe, afirmando que es Jesucristo «la única luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo».

El juez, que tenía una hija ciega, al oír estas palabras, pretendiendo confundirle, le desafió: «Pues si es cierto que Cristo es la luz verdadera, te ofrezco ocasión de que lo pruebes; devuelve en su nombre la luz a los ojos de mi hija, que desde hace dos años están sumidos en las tinieblas, y entonces yo seré también cristiano».

Valentín hizo llamar a la joven a su presencia, y elevando a Dios su corazón lleno de fe, hizo sobre sus ojos la señal de la cruz, exclamando: «Tú que eres, Señor, la luz verdadera, no se la niegues a ésta tu sierva».

Al pronunciar estas palabras, la muchacha recobró milagrosamente la vista. Asterio y su esposa, conmovidos, se arrojaron a los pies del Santo, pidiéndole el Bautismo, que recibieron, juntamente con todos los suyos, después de instruidos en la fe católica.

El emperador se admiró del prodigio realizado y de la conversión obrada en la familia de Asterio; y aunque deseara salvar de la muerte al presbítero romano, tuvo miedo de aparecer, ante el pueblo, sospechoso de cristianismo. Y San Valentín, después de ser encarcelado, cargado de cadenas, y apaleado con varas nudosas hasta quebrantarle los huesos, unióse íntima y definitivamente con Cristo, a través de la tortura de su degollación.

¿Por qué el folklore se ha venido aliando tan intensamente y en tantos países con la festividad de San Valentín romano? Y reduciendo la cuestión: ¿Por qué se atribuye a San Valentín el patronazgo sobre el amor humano, atribución que es, evidentemente, el origen y la explicación de todas las restantes manifestaciones de la devoción o de la simpatía popular al Santo?

Aparte la posible trasposición de algún hecho, tradición o leyenda, de otros Valentines al mártir de Roma, que explicaría ciertas expansiones, dicha atribución puede ser debida a dos motivos, separadamente considerables o perfectamente conjuntables:

1º Nuestro San Valentín fue martirizado en la Via Flaminia hacia el año 270, seguramente en los inicios de la primavera, cuando en la naturaleza se anticipa el júbilo expectativo de la fecundidad y de la pujanza. En los siglos antiguos y medievales, empiezan a venir a Roma numerosos peregrinos, entrando por la Puerta Flaminia, que se llamó Puerta de San Valentín, porque allí, en recuerdo de su martirio, el Papa Julio I, en el siglo IV, mandó construir en su honor una basílica.

Esos romeros coincidían con los días del aniversario del Santo; y de retorno a sus países, se llevarían de él o de su templo alguna reliquia o memoria. Ahora bien: no es cosa rara en la primitiva Iglesia el empeño de cristianizar fiestas o costumbres de matiz pagano, y en primavera no faltaban en la Roma gentílica festejos dedicados al amor y a sus divinidades. Fácilmente se inclinaría a los fieles a invocar a San Valentín —mártir primaveral— como protector del amor honesto. La invocación brotaría en Roma y sería transportada por los romeros a sus tierras y naciones, principalmente por los que cruzaban la Puerta Flaminia, norte arriba de Europa.

2º motivo: Hemos hecho notar el prestigio de que gozaba el Santo como sacerdote. ¡En cuántas familias sería efectiva su influencia, cuántos enlaces matrimoniales habría bendecido! Positivamente, no faltan noticias biográficas tradicionales que así lo afirman.

En las Catacumbas y en casas de cristianos, no sumarían cantidad exigua los que habían sido asistidos por su presencia presbiteral al unirse, por el Santo Sacramento que los hizo esposos. Es natural que, después de su martirio, se le adjudicase la advocación de Patrón de los hogares y del amor conyugal.

Trábense estas consideraciones, y quedarán perfectamente señalados los orígenes de la devoción típica y del costumbrario en homenaje al Santo.

Lo cierto es que éste se conserva floreciente en los países del Norte europeo y americano.

Cosa curiosa: ya en el siglo XVII, ciertos protestantes lo censuraban como de cuño papista y, al mismo tiempo, pagano. Le reconocía cierto matiz pagano, San Francisco de Sales. Pero, saturado como siempre de buen juicio y de exquisita prudencia, lo que hace él es aconsejar a los jóvenes prometidos que imiten las virtudes de San Valentín. Esto es lo que hay que desear, principalmente; rogando al excelso presbítero mártir que alcance del Señor, a la juventud cristiana que al matrimonio camina, el don del puro amor, santificador de la vida familiar.

viernes, 8 de febrero de 2013

EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

 
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
 
1650 Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo ("Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio": Mc 10,11-12), que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el primer matrimonio. Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. La reconciliación mediante el sacramento de la penitencia no puede ser concedida más que aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo y que se comprometan a vivir en total continencia.
1651 Respecto a los cristianos que viven en esta situación y que con frecuencia conservan la fe y desean educar cristianamente a sus hijos, los sacerdotes y toda la comunidad deben dar prueba de una atenta solicitud, a fin de que aquellos no se consideren como separados de la Iglesia, de cuya vida pueden y deben participar en cuanto bautizados:
«Exhórteseles a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar sus hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios» (FC 84).http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c3a7_sp.html
INGRESA:RENOVACION DE PROMESA MATRIMONIAL

domingo, 3 de febrero de 2013

Misa Radial "Parroquia Santa Inés"


Hoy acompañamos a la comunidad de parroquia Santa Inés donde se celebro la misa radial monseñor Carlos José Ñáñez, arzobispo de Córdoba al finalizar la celebración pudimos presentarle nuestra casilla misionera y comentarle sobre la preparación para la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janiero y afirmando nuestro acercamiento que tuvimos en enero con el obispo cuando vacacionaba en San Antonio de Arredondo en las hermanas benedictinas, donde le comentamos sobre nuestras misiones en distintos santuarios de nuestra Argentina, damos gracias por su apertura.

 

Comentamos y no podemos dejar de destacar que el párroco de Santa Inés es el sacerdote Daniel Gómez, parroquia situada en calle Ciudad del Barco 3259 donde semanalmente se encuentra expuesto el Santísimo a partir de las 19hs luego la Santa Misa 20hs. y finalizada se expone hasta las 23hs.


Invitamos a visitar esta parroquia, un ejemplo de AMOR a la eucaristía como tantos otras Iglesias de nuestra querida Córdoba.

Que las oraciones que se repartieron al salir por la familia sea fecunda y que Dios derrame abundante bendiciones sobre ellas

sábado, 2 de febrero de 2013

EN EL MUNDO HAY MUCHOS CATOLICOS PERO ...

Comenzamos este blog con la esperanza de poder ser portadores de esa luz dispuestos a ser dociles al llamado que Dios tiene sobre nuestra familia.

   Lo que la IGLESIA es en lo grande, es la familia en lo pequeño: una imagen del amor de dios en la comunión de las personas. Todo matrimonio se perfecciona en la apertura a otros, a los niños que son don de Dios, en la acogida mutua, en la hospitalidad, en la disponibilidad para otros. [1655-1657]

Nada en la Iglesia primitiva fascinaba más a los hombres en el <<nuevo camino>>de los cristianos que las <<iglesias domésticas>>. Con frecuencia alguien <<creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios… creían y se bautizaban>> (Hch 18,8). En un mundo no creyente surgían islotes de fe vivida, lugares de oración, de compartir, de hospitalidad cordial. Roma, Corinto, Antioquia, las grandes ciudades de la Antigüedad, quedaron pronto inundadas de iglesias domesticas como si fueran puntos de luz. También hoy en día las familias, en las que Cristo se encuentra en su casa, son el gran fermento de renovación de nuestra sociedad.  

"La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres".                                                                                           BENEDICTO XVI